Ahora
que loas años
abren
zurcos en mi frente
donde
la muerte siembra lirios,
prefiero
el silencio.
Mas,
siempre hay el eco de una sombra,
la
aguja de un reloj
ahogando el grito del pasado,
o
el rechinar de alguna idea
caminando
hacia la nada.
Y
no puedo callar,
declamo
a ese que seré
los
pocos versos
sobrevivientes
del naufragio
a
la espera de un anuncio,
cualquier
presagio:
sólo s i l e n c i o.
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